He estado trasteando un poco más de la cuenta y he visto un tema muy importante que no ha sido tenido en cuenta en los chats de inteligencia artificial (ChatGPT, Copilot, Gemini, Claude, Perplexity,…). Se trata del aprendizaje global a través de la realimentación humana directa verificada por Internet. Es decir, si nosotros corregimos la información que nos da el chat (como las frecuentes «alucinaciones» o datos erróneos), esta corrección debería de ser contrastada por el chat en Internet y, si se verifica y se ve fiable, debería actualizarse inmediatamente a nivel global para todos los usuarios. Pero no es así: el chat de inteligencia artificial sólo se corrige con sus propios «entrenamientos», no permitiendo esta legítima corrección.
En mi caso, simplemente intenté corregir una cosa tan sencilla como la discografía de Luis Quintana, cantautor canario (hay más Luis Quintana) y me aceptó que la información era errónea, e incluso la modificó dentro de mi «memoria» personal, pero se negó a actualizar la información para todos los usuarios.
Es un fallo importante, ya que, con sólo corregir este comportamiento de los chats de inteligencia artificial, tendríamos una información mucho más veraz, eficaz y eficiente. Yo, por mi parte, ya lo he comunicado como sugerencia de mejora en ChatGPT y en Copilot (dialogando con ambos chats y aceptando éstos que era un fallo importante). Espero que los desarrolladores lo tengan en cuenta para mejorar la veracidad de la información en los chats de inteligencia artificial.
Bueno, partiendo de nuestras reflexiones sobre la formación online en general, podemos concluir que la mayoría de los cursos online están basados en Contenidos (normalmente vídeos o textos en PDF), que forman la base del aprendizaje, sin mucho hueco para la práctica efectiva del mismo. Así, basta con ver todos los vídeos de un curso en Udemy (cursos online baratos) para obtener el certificado del mismo, por ejemplo. En los casos de Coursera o EdX (cursos online masivos gratuitos, MOOCs) podemos auditar un curso sólo viendo contenidos y sólo si queremos la certificación del mismo tenemos que hacer exámenes o trabajos que lo validen, pagando por ello.
Las Universidades han puesto también sus cursos online y ahí cada una tiene su metodología. Por ejemplo, dentro de las públicas, la UNEDsuele estar basadas en sus propios contenidos (muchas veces libros caros que hay que comprar aparte de la matrícula) y la evaluación suele ser jugársela a un examen tipo test presencial en uno de sus Centros. Sin embargo, la UOC, por ejemplo, suele estar basada en evaluación continua (trabajos PEC – Pruebas de evaluación continua) y una evaluación final basada en esos trabajos. Luego están las Universidades Online privadas (como UNIR), que son mucho más caras, pero con distintas metodologías.
Sin embargo, lo más habitual son las empresas de formación (Academias, como INCAEM), que han visto el filón de «vender cursos gratis» para el empleo, subvencionados por el Estado y las Comunidades Autónomas, con lo que a los alumnos les sale gratis el curso (empleados, autónomos o desempleados). Ahí los cursos online sí que suelen estar fuertemente basados en Contenidos, que además, no suelen preparar las Academias, sino que los alquilan a proveedores de contenidos (cursos en el estándar SCORM), como pueden ser DGF, Sipadán o Vértice.
En el caso de los MBA online, hay de todo, desde gratis (iniciativa de un particular) o en un rango de precios desde 9,99 € (en Udemy, claro) a 62.000 € (en el mejor del Mundo, en IE Business School, en España), con diversas metodologías. Cabe destacar el segmento de mercado de «menos de 1.000 €«, donde destacan 2 empresas con más de 200.000 alumnos cada una: ThePowerMBA, basada en vídeos cortos de 15 minutos muy buenos con ejemplos claros y actuales, pero sin profesores de apoyo ni actividades y ENEB, basada en temas muy teóricos con textos enormes en PDF de más de 200 páginas, con un trabajo por tema y con profesores de apoyo. En este rango de precios, se puede crear algo mucho más eficiente, basado en «aprender haciendo» con actividades y mucho más dinámico, colaborativo e interactivo. Estamos en ello, desarrollándolo. Es lo que llamamos «MBA 2.0«.
Por último, echamos en falta la posibilidad de ofertar a los profesores expertos en distintas materias la posibilidad de crear, tutorizar y vender sus propios cursos online gratuitamente, compartiendo los beneficios de los mismos con ellos. Eso es lo que hace la Plataforma que estamos desarrollando: «Crea tu curso online gratis«. También estamos en ello.
En Docencia Online estamos también desarrollando actualmente nuestra propia Red Social de Networking, sobre todo para ser usada para nuestros Proyectos y para nuestros alumnos de cursos online. Se llama «la-red.info«.
En ella, las Personas comparten Contenidos de todo tipo (publicaciones, ficheros, imágenes, páginas Wiki, tareas,…) y se crean «Espacios» (grupos) donde reunirse y relacionarse entre personas afines (por ejemplo para compartir recursos y tareas para desarrollar Proyectos específicos).
Está basada en un software libre muy potente y sencillo: «HumHub«.
Es de libre acceso para todo aquel que quiera usarla, relacionarse y compartir contenidos, así que ya saben: están invitados a participar en la misma.
Plataforma «Crea tu curso online gratis«, donde ayudamos a profesores y empresas a crear, tutorizar y vender sus cursos online gratuitamente, compartiendo beneficios.
Desarrollo del Curso «MBA 2.0«, el MBA online (Máster de Administración de Empresas) más completo, práctico, colaborativo, eficaz y asequible: Aprender haciendo.
Como hemos dicho, un Curso online es un Proyecto de aprendizaje. Como tal, lo más importante es definir bien los objetivos de aprendizaje que debemos evaluar y conseguir al final de la acción formativa. Para definir estos objetivos, podemos ayudarnos de una clasificación muy utilizada, que no es otra que la Taxonomía de Bloom.
La Taxonomía de Bloom es una herramienta educativa clásica que ayuda a estructurar y entender los distintos niveles de aprendizaje. Fue desarrollada originalmente en 1956 por Benjamin Bloom y un grupo de psicólogos educativos, y ha sido actualizada desde entonces para adaptarse a los tiempos modernos.
Aquí te explico sus dos versiones principales:
Taxonomía de Bloom Original (1956)
Se centra en objetivos cognitivos y los organiza en una jerarquía de seis niveles, de menor a mayor complejidad:
Nivel
Acción principal
Ejemplos de verbos
Conocimiento
Recordar hechos
Definir, listar, nombrar
Comprensión
Entender ideas
Explicar, resumir, interpretar
Aplicación
Usar información
Aplicar, demostrar, usar
Análisis
Descomponer y examinar
Analizar, comparar, categorizar
Síntesis
Crear algo nuevo
Diseñar, planear, construir
Evaluación
Juzgar valor
Criticar, justificar, valorar
Taxonomía de Bloom Revisada (2001)
Fue actualizada por Lorin Anderson y David Krathwohl, quienes cambiaron los nombres a verbos activos y reorganizaron los dos niveles superiores:
Nivel
Acción principal
Ejemplos de verbos
Recordar
Recuperar información
Identificar, recordar, nombrar
Comprender
Interpretar significado
Clasificar, resumir, inferir
Aplicar
Usar en situaciones
Implementar, ejecutar
Analizar
Descomponer y conectar
Diferenciar, organizar, atribuir
Evaluar
Juzgar y justificar
Comprobar, criticar, defender
Crear
Generar ideas nuevas
Diseñar, construir, planear
¿Para qué sirve?
Diseñar objetivos de aprendizaje más claros y medibles.
Evaluar el nivel de comprensión de los estudiantes.
Planificar actividades que fomenten el pensamiento crítico y creativo.
Según esa clasificación de objetivos de aprendizaje, podemos ver que en la mayoría de los cursos online, el Contenido es el Rey y no los Objetivos. De hecho, si estos cursos aportan Objetivos de aprendizaje, suelen ser en las 2 categorías más bajas de la Taxonomía de Bloom (Memorizar y Comprender), con un aprendizaje memorístico y evaluado con exámenes tipo test autocorregidos.
Un buen curso online debe ejercitar todas las categorías de objetivos de aprendizaje de la Taxonomía de Bloom, en especial en su versión más moderna, donde los objetivos de aprendizaje más evolucionados y prácticos son los de Aplicar, Analizar, Evaluar y Crear. Es decir, el clásico, aunque no tan aplicado, «Aprender haciendo«.